Registrar tu marca no es solo un trámite. Es proteger el valor de lo que estás construyendo.

Una marca no es solo un logo o un nombre creativo. Es la forma en que el público identifica lo que hacés. Un activo estratégico que crece con tu negocio y puede representar una ventaja competitiva clave.

Las marcas más reconocidas del mundo, de Apple a Chanel, tienen valor no solo por sus productos, sino por lo que representan en la mente de quienes las eligen.

Si estás creando un producto digital (una app, un videojuego, una plataforma), es normal que tu foco esté en la experiencia, el diseño, la tecnología. Pero tu nombre también es parte de ese producto. Y si no lo protegés, alguien más puede hacerlo primero. 

En términos legales y comerciales, las marcas se consideran activos intangibles: no se ven ni se tocan, pero pueden representar un valor grande en la estructura de una empresa. Son parte del patrimonio y pueden incluso ser objeto de licencias, contratos o transacciones comerciales.

Registrar una marca no es solo cumplir una formalidad legal: es tomar una decisión consciente para cuidar ese valor desde el primer día.

Una marca registrada es una herramienta legal que permite proteger la identidad de un producto o servicio frente a terceros. Y también, transmite consistencia, construye reputación y genera fidelidad.

1.- Antes de diseñar tu logo, revisá esto

En muchos proyectos, el momento del diseño de marca suele venir antes que todo: se elige un nombre, se busca una tipografía, se crea un logo y se empieza a construir identidad visual. Pero hay un paso clave que muchas veces se omite: verificar si ese nombre o diseño puede registrarse legalmente.

Antes de avanzar con piezas gráficas, redes sociales o sitio web, es importante asegurarse de que la marca que imaginaste esté disponible en el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial). También conviene hacer una búsqueda preliminar en internet, redes y marketplaces para ver si existen otras marcas con nombres o signos similares.

Por qué? Porque si otro titular ya registró algo parecido, podrías recibir oposiciones legales que te obliguen a rediseñar todo desde cero, o peor: que el INPI rechace directamente tu solicitud de registro.

Un nombre creativo no alcanza si no está disponible.

El momento de consultar es antes de invertir en identidad visual. En Maryva, acompañamos ese proceso desde el inicio, para que tomes decisiones con respaldo.

2.- Sabías que existen distintos tipos de marcas?

La ley argentina reconoce distintos tipos de signos distintivos que pueden registrarse, siempre que cumplan con la condición de diferenciar claramente un producto o servicio en el mercado.

Podés registrar como marca:

  • Un nombre (marca denominativa)
  • Un diseño o logo (marca figurativa)
  • Una combinación de ambos (marca mixta)
  • Incluso formas no tradicionales, como un sonido, una forma tridimensional o, en ciertos casos, un aroma.

Esto está previsto por la Ley 22.362, que define como marca a todo signo con capacidad distintiva que permita diferenciar un producto o servicio de otro.

Registrar la marca correcta, y elegir el tipo adecuado según tu proyecto, es el primer paso para construir una identidad legalmente protegida y con proyección comercial real.

3. Qué obtenés al registrar tu marca?

Tu marca registrada es un activo intangible: algo que no se ve ni se toca, pero que podés licenciar, vender o usar como garantía y que, legalmente, te otorga exclusividad de uso, confianza frente a terceros, y prioridad internacional.

Al registrar tu marca:

  • Sos la única persona autorizada a usarla en tu rubro. Nadie más puede usar un nombre o diseño igual (ni siquiera parecido) para productos o servicios que puedan generar confusión.
  • Podés hacer valer ese derecho legalmente. Si alguien la usa sin permiso, tenés herramientas concretas para defenderte.
  • Tenés prioridad en otros países. Si tu negocio crece, tu marca registrada en Argentina te sirve como respaldo para expandirte.
  • Transmitís confianza. Una marca registrada genera credibilidad ante clientes, inversores, proveedores y hasta plataformas digitales.

En síntesis, registrar tu marca es un paso estratégico: no solo te protege, sino que te posiciona. Y como todo activo, su valor crece con el tiempo.

4.- A qué se dedica tu marca hoy? Y mañana?

Al momento de registrar tu marca, no alcanza con saber qué nombre o logo vas a usar. También necesitás definir en qué categoría de productos o servicios querés protegerla.

La Clasificación de Niza es un sistema internacional que organiza todas las marcas en 45 clases:

  • Clases 1 a 34: productos físicos (como cosmética, alimentos, ropa, tecnología)
  • Clases 35 a 45: servicios (como publicidad, desarrollo de software, educación, gastronomía, consultoría, etc.)

Dos marcas pueden llamarse igual si operan en clases distintas. Por eso, elegir correctamente las clases donde vas a registrar tu marca es una decisión estratégica. Considerá tu actividad actual, tus planes de expansión y si querés operar en más de un rubro

Registrar en la clase equivocada puede dejarte desprotegido justo donde más lo necesitás.

En Maryva te ayudamos a analizar el alcance real de tu proyecto y elegir las clases que mejor se alineen con tu plan de negocio.

5.- Dónde y por cuánto tiempo vale tu marca?

Registrar una marca en Argentina no te da protección automática en otros países. La marca registrada ante el INPI es válida sólo en territorio argentino.

Esto no es un detalle menor. Las marcas son territoriales, y eso implica una decisión:

Dónde querés que tu marca tenga presencia legal? ¿Solo en Argentina o también en otros mercados?

Si tu proyecto tiene (o podría tener) proyección internacional, conviene planificar desde el inicio en qué países priorizar el registro. Existen mecanismos para registrar en varios territorios, pero los plazos y procesos varían. Anticiparse puede evitar conflictos, pérdidas de tiempo y gastos innecesarios.

💡 Una marca sin estrategia territorial puede quedarse sin nombre al cruzar la frontera.

Respecto al tiempo: una marca registrada en Argentina tiene vigencia por 10 años, con posibilidad de renovación indefinida si se abonan las tasas correspondientes. Además, a los 5 años de su inscripción, se exige presentar una declaración de uso, detallando cómo se ha utilizado la marca hasta ese momento.

En Maryva, te acompañamos también en esta planificación: porque registrar una marca es proteger lo que hoy estás construyendo, pero también prepararte para lo que viene.

Y qué pasa con tu marca en internet?

Otro aspecto clave a considerar es el territorio digital. Tener una marca registrada no garantiza que el dominio web asociado esté disponible, y viceversa.

El nombre de dominio (esa dirección que usás para tu sitio web) es otro activo intangible que también debe ser gestionado estratégicamente.

  • Las marcas tienen protección territorial (por país).
  • Los dominios funcionan bajo el principio de universalidad: quien lo registre primero, lo tiene.

Por eso, si estás por lanzar tu marca o cambiar de nombre comercial, es fundamental chequear la disponibilidad del dominio al mismo tiempo que evaluás el registro marcario.Marca y dominio son parte de tu identidad digital. Conviene pensar ambos juntos.

6.- Registrar tu marca: más que un formulario online

El trámite para registrar una marca en Argentina se hace 100% online, a través del INPI. Pero detrás de ese formulario, hay un proceso con instancias que pueden definir el futuro legal de tu identidad de marca.

Desde la elección correcta de clases, hasta la forma en que se redacta la solicitud o se responde una observación, cada paso importa.

Y una vez iniciada, la solicitud atraviesa etapas clave:

  • Publicación en el Boletín de Marcas: durante 30 días, cualquier tercero puede presentar una oposición si considera que tu marca afecta derechos previos.
  • Análisis de fondo: si no hay oposiciones (o una vez resueltas), el INPI evalúa la solicitud en profundidad y puede solicitar aclaraciones o realizar observaciones.
  • Resolución: si todo está en orden, se concede el registro y se emite el título. A partir de ahí, tenés derechos exclusivos sobre tu marca.

Y si alguien se opone?

La oposición de terceros es una posibilidad real, sobre todo en mercados competitivos o con marcas preexistentes. En ese caso, se abre una etapa donde se puede:

  • Negociar con la parte opositora para encontrar un acuerdo
  • Presentar un descargo legal con pruebas y fundamentos
  • Defender formalmente tu solicitud ante el INPI

Aun cuando todo parezca estar bien, un trámite sin oposiciones puede demorar entre 12 y 18 meses. Por eso es importante prever, acompañar y defender cada instancia del proceso.

7.- Registrar es solo el comienzo: cómo proteger tu marca día a día

Una marca registrada no se cuida sola. Como todo activo de valor, requiere atención, estrategia y gestión continua.

Algunas claves para proteger tu marca en el uso cotidiano:

  • Limitar su uso a personas, equipos o terceros autorizados por contrato
  • Registrar licencias o cesiones si trabajás con socios comerciales
  • Incorporarla en los términos y condiciones de tu web, productos o materiales
  • Estar alerta ante usos indebidos, imitaciones o confusión en el mercado

Una marca bien protegida no es solo una firma visual: es una herramienta jurídica que te permite crecer con respaldo.

¿Qué pasa si alguien usa tu marca sin permiso?

Si otra persona usa tu marca, o una muy similar, sin autorización, podés ejercer tus derechos para detener ese uso. Dependiendo del caso, puede tratarse de una acción civil o incluso penal.

  • Las acciones civiles (por ejemplo, demandas por uso indebido) se tramitan ante la Justicia Federal en lo Civil y Comercial.
  • Las acciones penales (como el uso fraudulento o falsificación de marcas) corresponden a la Justicia Federal en lo Criminal y Correccional.

En ambos casos, contar con la marca debidamente registrada es lo que te habilita a defenderla formalmente.

Proteger lo que todavía está creciendo

Tu marca no es solo un logo. Es tu identidad comercial, tu reputación, tu diferencial. Es eso que las personas empiezan a asociar con vos cada vez que te eligen.

Y aunque todavía estés creciendo, proteger tu marca desde el inicio es cuidar el valor que vas construyendo día a día.

Si estás creando una marca en un entorno digital, regulado o con proyección internacional, registrarla bien es solo el primer paso. En Maryva, nos especializamos en acompañar ese tipo de desafíos. Te asesoramos, analizamos riesgos, hacemos el registro completo y te defendemos si lo necesitás.

La información proporcionada no constituye asesoramiento legal y no implica un tratamiento acabado de todas las cuestiones vinculadas a la materia